lunes, 9 de abril de 2007

Febrero 21/2007

La idea también mueve a las personas en el momento de adquirir un producto; una buena idea es aquella que es sencilla, ya que la gente no recuerda detalles tan claramente como recuerda conceptos. En la publicidad los conceptos sencillos se convierten en anuncios graciosos mediante la atención al detalle, a las palabras y al estilo de la tipografía. Un concepto publicitario grandioso podría sobrevivir a una mala ejecución, pero cuando mejor realizado este el anuncio, mejores serán sus posibilidades de que las personas se vuelvan clientes.

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